viernes, 15 de enero de 2010

PUNTOS, VENDAS Y ESCAYOLA.

Malquerido diario en verso:
el tiempo sigue pasando
sin por qué, cómo ni cuando,
ni ayer, ni hoy, ni reverso.
Aquí continúo inmerso
en la rueda de los días,
donde quedan mis manías,
mis zozobras, mis anhelos,
mis pánicos, mis consuelos,
desvelos y letanías.

Hace apenas dos semanas,
escribía lo que he dicho,
sepultando bajo un nicho
los días en caravana.
Pero el sino es un mal bicho
que juega con el mañana,
y añoramos la rutina
cuando el mal se arremolina,
esclavos de los caprichos
de la vida, esa fulana.

Puntos, vendas y escayola
me golpearon de repente,
como un casual accidente
del azar con carambola.
Y mi misma cama sola
ahora duele un poco más
con fracturas además,
y la noche boca arriba,
y hasta el alma en carne viva,
donde escuecen los "quizás".

Pero, en fin, después de todo,
únicamente se trata
de otra rutina barata,
de saber hallar el modo
de bucear en el lodo
metiendo el codo y la pata,
pues, mi malquerido diario,
los dos sabemos muy bien
que es una excusa fetén
ante el tenaz calendario.

Urgencias, enero de 2010.