miércoles, 13 de abril de 2011

VERSOS POR BESOS


Otra vez por aquí,
en este blog fatal,
donde hablo de mí
y quedo mal.

Entre mates y jaques,
sin paciencia entretejo
versos y achaques
propios de un viejo.

Hoy me duelen las ganas,
mañana, la ternura,
pasado, las semanas
que no me curan.

Y aunque siempre sospecho
que nunca nadie me lee,
aún escribo mis hechos,
no sé por qué.

Quizá sea algún modo
de sentirme más vivo,
online, después de todo,
soy porque escribo.

Lo cierto es que el cuaderno
que con mis letras rayo
me abriga del invierno,
de junio a mayo.

Y con eso me basta
para andar otro rato,
la ilusión se desgasta
en mis zapatos.

O, tal vez, quizá sueño
que mis rimas consigan
hallar en el empeño
un alma amiga.

Y por más que ya sepa
que los sueños no alcanzan
para cruzar la estepa
de mi esperanza,

puede que aún quede alguien,
en estos tiempos de excesos,
que algún día me cambie
versos por besos.

En el mercado de la vida.

sábado, 2 de abril de 2011

UN DÍA Y OTRO DÍA


Se va un día y otro día,
un mes y otro mes se van,
y el año en irse porfía,
yéndose como se iría
un barco sin capitán.

Lo de siempre, nada nuevo,
la vida en un callejón
con salida a un "no me atrevo",
las penitencias que aún debo
por pecados de omisión.

El "quiero, pero no puedo"
puede doler con dolor,
cuando el fantasma del miedo
te señala con su dedo
falsamente acusador.

Un "quizás" que nunca fue,
un "tal vez" que no será,
el ciego mira y no ve,
la esperanza es tener fe
en un dios que no te da.

Queda esa costumbre antigua
de deambular solo un rato,
de una calle a la contigua,
la felicidad exigua
de poder sentirse gato.

Un libro, la bicicleta,
una peli, mal rimar,
olvidarse de hacer dieta,
hurgar algo en la bragueta
y dormir por no soñar.

Pan de ayer para mis duelos,
sucedáneos de ocasión,
remiendos, vanos consuelos
que aún me hielan más los hielos
de mi helado corazón.

Y queda también quedarme
con las ganas que me pierden,
el miedo es ese gendarme
empeñado en recordarme
que de olvidarle no me acuerde.

Así, con triste ironía,
sin rumbo ni capitán,
en esta bitácora mía
se va un día y otro día,
un mes y otro mes se van.

Sin fecha en el calendario.