viernes, 5 de agosto de 2016

NO ESTOY PARA RIMITAS

Hace más de cien estrofas
que la tinta se me seca
y no escribo.
Vil destino que te mofas,
es usura la hipoteca
de estar vivo.

Timado con estampitas
y unos extraños problemas 
de salud,
no estoy yo para rimitas,
sólo Cristo hizo poemas
en la cruz.

Ignoro cómo va el mundo,
excepto lo que oigo a veces
con desdén,
si paso por un segundo
junto a la tele -y parece
no ir muy bien:

Hubo nuevas elecciones,
el "brexit", el terrorismo,
todo igual.
Amanece sin razones
y anochece por lo mismo
al final.

Así, voy guardando días
en el desván del olvido
con memoria;
ya no es tiempo de utopías
ni de azar ni de Cupido
ni de gloria.

Sólo es hora de pagar,
por no pecar, penitencias
que no absuelven;
como el recuerdo en el bar,
con los años, las querencias
se disuelven.

Si da la casualidad,
quién sabe, tal vez un día
volveré
a ser yo, y no mi mitad,
pero creo que la alegría
ya se fue.

Con más miedo que otra cosa,
el postrer fracaso espero
sin prestancia.
Tengo cita (hablando en prosa)
con la enfermera, el gotero,
la ambulancia...