¿De qué hostias puedo escribir,
vamos a ver,
de las dudas del vivir,
del porvenir
o de un pasado trivial
que es el final
de antes de ayer?
Porque el presente -¿qué quieres?-
no pinta bien,
todo un país se nos muere
mediante un ERE*,
y yo mirando a las nubes
por si te subes
aún a mi tren.
Dicen que está en su momento
la corrupción,
tan harto del mismo cuento,
trampas por ciento,
que ya perdí la esperanza
en las finanzas
del corazón.
Y está también lo del clima
-¡maldito frío!-
el invierno sigue encima,
rima que rima,
y cuando llegue el verano,
el rostro en su mano
no será el mío.
Hablando más mal que pronto
de lo que cuadre,
sin prisas, como a lo tonto,
febrero afronto,
no hay sueños para mi cama
ni can con ama
que no me ladre.
En carnavales, disfrazado de yo.