miércoles, 14 de febrero de 2024

VERSOS DE LA CAFETERÍA (SÉ QUE NO)

 El despertador te chilla
la ley de cada mañana:
"despertar", la pesadilla
testaruda y cotidiana.

Pero, además, hoy las cosas
dicen que no y vas pillada,
pues también para las rosas
a veces caen heladas.

Y sales llena de urgencia,
sin ponerte maquillaje;
te espera con impaciencia
el trabajo y su chantaje.

Dos horas después, te encuentra
mi vida, que todo trunca,
tras la barra, soñolienta
y más güapa que nunca.

Sé que no,
sé que no eres tal como yo te pienso.
Sé que no,
sé que no hay que ponerse tan intenso.
Sé que no,
sé que no eres mis velas ni mi incienso.
Sé que no, sé que no,
sé que no existen cielos sin descenso.

Camarera en este bar
de periódico y café,
y de volverte a mirar
cuando creo que no me ves.

Con tu pelo en rubio moño,
con tu uniforme vaquero;
jubilados en su otoño
y la pausa del obrero.

El deseo que me estruja
el aro de tus pendientes,
mi café no hace burbujas
soy nada más que otro cliente.


Y, soñando que te digo
lo que nunca te diría,
voy guardando en el abrigo
versos de cafetería.

Sé que no,
sé que no me redimo con mis versos.
Sé que no,
sé que no por anverso y por reverso.
Sé que no,
sé que hay luna ni hay un mar inmenso.
Sé que no, sé que no,
sé que no, como sabe el universo.