"Nadie pierde
sino lo que no tiene y no ha tenido nunca."
Borges.
y fue mi mayor éxito el fracaso,
me acostumbré a colgar siempre las botas,
incluso antes de dar el primer paso.
Perdí y perder fue solamente un modo
de dar sentido al nombre donde habito,
pues comprendí, una vez perdido todo,
que el perdedor, en mí, ya estaba escrito.
Aceptada esta extraña y cruel casilla
que la suerte me deparó en el juego,
la vida me parece hoy más sencilla:
ver en el pasado un futuro ciego
y un gris presente en paz contra mí mismo,
creer en todo con escepticismo.