miércoles, 20 de agosto de 2014

...Y OTRO SONETO LAMENTABLE

Yo conocí el dolor inútil y hosco,
la soledad más virginal que existe,
acobardado, como un perro triste,
me convertí en un hombre feo y tosco.

Sin bella de papel couché de quiosco
que me salvara nunca, soy un quiste
dentro del cáncer que le da el alpiste
al ave gris del nido en que me enrosco.

A los demás, a veces, veo de lejos
con sus distintas vidas a la mía,
¡tan imposible estar yo en sus espejos!

Mientras, espero aquella fecha fría
en que, tras tantos años disparejos,
la muerte nos iguale, al fin, un día.

Pero rogando que sea todo olvido
y si hay Dios, sea un dios que no ha vivido.

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