miércoles, 1 de diciembre de 2010

LAS FAROLAS, LAS CALLES Y LA LUNA


La farola de mi calle
hace esquina con la luna,
no roza mi mano el talle
del vestido de ninguna
ni encuentro un sitio donde halle
la dosis de mi vacuna,
un lugar en que no falle
el azar de mi fortuna.

En las aceras sólo veo
frustración y renuncia,
la picadura del deseo
que me envenena y ensucia,
soy el autorretrato feo
de este hombre que pronuncia
lo que escribo y no te leo,
ante un futuro que me acucia.

Y todo hiere,
y todo muere,
y todo mata,
y no hay consuelo
sólo hay duelo,
buceando a gatas
o de rodillas
por las alcantarillas
de mis ratas.

Y todo frustra,
y todo incrusta
su delirio,
y todo insulta,
y todo oculta
un martirio.

La luna miente y traiciona,
como la gente que pasa
disfrazada de persona,
cuando regreso a casa,
y me miran las farolas
con tristeza y luz escasa,
pelele de silicona
confundido entre la masa.

Con el alma en escayola,
mi esqueleto deambula
al oscurecer, a solas,
por un desierto sin dunas;
golpeados por las olas,
a los hombres sin fortuna
sólo nos quedan farolas
por las calles y la luna.

Y todo hiere,
y todo muere,
y todo mata,
Y no hay un cielo,
sólo hay suelo,
andando a gatas
o de rodillas
por las alcantarillas
de mis ratas.

Y todo enferma,
y todo merma,
y todo, nada,
y todo se hunde,
y te confunde,
y todo horada.

Y todo pierde,
y todo muerde,
y todo rabia,
Y todo mustia,
y todo angustia,
y nada cambia.

Y todo falla,
y todo estalla,
y todo igual,
y todo duele,
y todo suele
acabar mal.

En la acera, a destiempo.

2 comentarios:

Mystic dijo...

He leido unas cuantas de las poesias que has plasmado por aquí, y me gusta como escribes.

Espero que el pesimismo del que hablas se convierta poco a poco en optimismo.

Anónimo dijo...

es muy intenso esto!!
a mi me transmite mucho
tienes algo amigo
suerte