domingo, 17 de mayo de 2015

ME CAGO EN DIEZ (DÉCIMAS, OBVIAMENTE)

La cosa está en que las cosas
están tal y como están,
que ni vienen ni se van,
dando vueltas caprichosas
en las norias borrascosas
de mi mente -¡qué desmán!-,
enlazando malabares
y, a pesar de los azares,
ya sin curas de diván
que me curen los pesares.

Vivo aún ante notario
y más muerto cada día,
víctima del calendario
para engordar este osario
de eterna nada vacía,
donde yo soy un "podría"
que nunca ha podido ser,
sólo un sueño necesario,
con su estúpida poesía
para soportar perder.

Y en mi rimar vulgar y vago,
entre frustrados deseos,
voy maldiciendo y me cago
en diez versos por estrofa.
Con tópicos maniqueos,
ideas light y alcachofa,
hoy  cualquiera filosofa...
Según dicen los ateos,
de los tímidos y feos
ni la virgen es forofa.

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