«Hay miradas femeninas que tienen algo de la triste perfección de un soneto». Emil Ciorán. (No de este soneto, evidentemente).
Tener un doctorado y una novia
como tú: tan bonita, con la labia
que convence y, sin serlo, te hace sabia
debajo de ese pelo que me agobia.
Ser un hombre con suerte, sin mi fobia,
y hablarle a esa boca que me agravia;
no callar, asfixiado por la rabia,
con respiración casi anaerobia.
Estos versos, con tanta pista previa,
hoy salen de mi voz, cargante y tibia,
para ti que haces sombra a cualquier rubia.
Versos -y aquí el soneto al fin abrevia
(porque la ofensa ya tampoco alivia)-
llenos de celos, de rencor, de lluvia.
1 comentario:
Este no lo conocía.
Genial.
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