sábado, 6 de marzo de 2021

DOS DÉCIMAS Y UN OVILLEJO QUE TENÍA POR AHÍ

I.

CUANDO JUGABA...

Futbolista sin valía,
se me mostraba el partido
mal desde el primer pitido,
ni por la banda corría.
Sin ver casi portería,
perdiendo mucho el balón,
jamás salí campeón.
Pero marqué alguna vez
yendo de número diez,
en tercera división.




II.

El néctar de la existencia
es cada vez más amargo,
dónde hallar un "sin embargo"
que apacigüe la carencia,
cuando el suelo es abstinencia
para cualquier ilusión,
y el cielo, un gran lamparón
de luz blanca y deprimente,
como un frío fluorescente
de oficina o de estación.




III.

Ni hablar de hacer osadías,
mis días
enfermos en el diván,
están,
luchando contra detritos
malditos.
Por mas que recurra a ritos
de psiquiatra o de hechicero,
en este orbe traicionero
mis días están malditos.

 

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