ésta de recordar cuanto he perdido,
y amar aún su inexistencia."
"La vida es el naufragio de una obstinada imagen
que ya nunca sabremos si existió,
pues sólo pertenece a un lugar extinguido."
Francisco Brines.
Hasta el reloj del cuarto
sabe que te has marchado,
se pasa las horas muertas
marcando las dos y cuarto,
cuando yo habría llegado,
y tú estarías
-fingiendo que dormías-
esperándome despierta.
Sí, perdí aquel trabajo
a los dos meses de irte,
me echaron por rendir poco;
pensar en volver del tajo
y no estar tú para oírte
decir "amor mío,
date prisa, hace frío",
me empezó a volver loco.
Tan sólo queda el escombro
cuando el mundo se derrumba
porque faltan los cimientos;
qué haré ahora que te nombro
viviendo en una tumba,
recordando los días
en los que me decías
"te amo igual que en los cuentos".
Llenaré tu altar de velas,
y cada noche al rezarte
te ofrendaré mis derrotas,
y soñaré con darte
besos con dolor de muelas
y caricias manirrotas.
Te haré una letanía,
y cada noche al rezarte
te ofrendaré mis fracasos,
y soñaré con darte
un alma sin batería
y amor con marcapasos.
Hasta me bajé y escucho
aquel "CD" imposible
de antigua música china,
que a ti te gustaba mucho
y para mí era terrible,
pero tú decías
que lo preferías
antes que a mi Sabina.
De todo lo que me queda
sólo tu ausencia me sobra,
con deudas pago lo que debo;
cuando ya ni perder pueda
al casero que me cobra
le daré este vacío,
si aún sigue siendo mío,
y el alma donde te llevo.
¿Qué haré si me olvidaste?,
de sobra sé que no éramos
ni Romeo ni Julieta;
ni hacía falta un máster,
ni mucho menos que fuéramos
cuento ni poesía,
tú y yo, vida mía,
nos reíamos de los poetas.
Llenaré tu altar de velas,
y cada noche al rezarte
te ofrendaré mis derrotas,
y soñaré con darte
besos con dolor de muelas
y caricias manirrotas.
Te haré una letanía,
y cada noche al rezarte
te ofrendaré mis fracasos,
y me conformaré con darte
risa con melancolía,
lágrimas de los payasos.
Te buscaré en cada día,
y cada noche al perder
te estaré esperando en vilo,
y me bastará con ser
lo amargo de tu alegría,
lágrimas de cocodrilo.
Te haré esta letanía,
y cada noche al rezarte
te ofrendaré mis penurias,
y me conformaré con darte
nostalgia y melancolía,
el "orbayo" de mi Asturias.
País de Nunca Jamás, érase una vez.
FINALES ALTERNATIVOS
1.
Te haré esta letanía,
y cada noche al rezarte
te ofrendaré mis penurias;
ya no volverá a mojarte,
bajo el sol de Andalucía,
el "orbayo" de mi Asturias.
2.
Te haré esta letanía,
y cada noche al rezarte
te ofrendaré mis penurias;
ya no volverá a mojarte
la garúa que fue un día
el "orbayo" de mi Asturias.
1 comentario:
Muy evocador, me hace recordar cosas parecidas que yo viví desde el otro lado...
Un saludo.
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