lunes, 9 de agosto de 2010

IGUAL QUE EN LOS CUENTOS

"Misericordia extraña
ésta de recordar cuanto he perdido,
y amar aún su inexistencia."


"La vida es el naufragio de una obstinada imagen
que ya nunca sabremos si existió,
pues sólo pertenece a un lugar extinguido."

Francisco Brines.

 

Hasta el reloj del cuarto
sabe que te has marchado,
se pasa las horas muertas
marcando las dos y cuarto,
cuando yo habría llegado,
y tú estarías
-fingiendo que dormías-
esperándome despierta.

Sí, perdí aquel trabajo
a los dos meses de irte,
me echaron por rendir poco;
pensar en volver del tajo
y no estar tú para oírte
decir "amor mío,
date prisa, hace frío",
me empezó a volver loco.

Tan sólo queda el escombro
cuando el mundo se derrumba
porque faltan los cimientos;
qué haré ahora que te nombro
viviendo en una tumba,
recordando los días
en los que me decías
"te amo igual que en los cuentos".

Llenaré tu altar de velas,
y cada noche al rezarte
te ofrendaré mis derrotas,
y soñaré con darte
besos con dolor de muelas
y caricias manirrotas.

Te haré una letanía,
y cada noche al rezarte
te ofrendaré mis fracasos,
y soñaré con darte
un alma sin batería
y amor con marcapasos.


Hasta me bajé y escucho
aquel "CD" imposible
de antigua música china,
que a ti te gustaba mucho
y para mí era terrible,
pero tú decías
que lo preferías
antes que a mi Sabina.

De todo lo que me queda
sólo tu ausencia me sobra,
con deudas pago lo que debo;
cuando ya ni perder pueda
al casero que me cobra
le daré este vacío,
si aún sigue siendo mío,
y el alma donde te llevo.

¿Qué haré si me olvidaste?,
de sobra sé que no éramos
ni Romeo ni Julieta;
ni hacía falta un máster,
ni mucho menos que fuéramos
cuento ni poesía,
tú y yo, vida mía,
nos reíamos de los poetas.

Llenaré tu altar de velas,
y cada noche al rezarte
te ofrendaré mis derrotas,
y soñaré con darte
besos con dolor de muelas
y caricias manirrotas.

Te haré una letanía,
y cada noche al rezarte
te ofrendaré mis fracasos,
y me conformaré con darte
risa con melancolía,
lágrimas de los payasos.

Te buscaré en cada día,
y cada noche al perder
te estaré esperando en vilo,
y me bastará con ser
lo amargo de tu alegría,
lágrimas de cocodrilo.


Te haré esta letanía,
y cada noche al rezarte
te ofrendaré mis penurias,
y me conformaré con darte
nostalgia y melancolía,
el "orbayo" de mi Asturias.


País de Nunca Jamás, érase una vez.

FINALES ALTERNATIVOS

1.
Te haré esta letanía,
y cada noche al rezarte
te ofrendaré mis penurias;
ya no volverá a mojarte, 

bajo el sol de Andalucía,
el "orbayo" de mi Asturias.


2.
Te haré esta letanía,
y cada noche al rezarte
te ofrendaré mis penurias;
ya no volverá a mojarte

la garúa que fue un día
el "orbayo" de mi Asturias.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy evocador, me hace recordar cosas parecidas que yo viví desde el otro lado...

Un saludo.