Heme aquí, de madrugada,
manchando otro folio albo
por rutina,
cada vez más casi nada,
más nostálgico, más calvo,
y más ruina.
Poco tengo que contarte,
cientos de cosas leves,
como siempre;
antesdeayer fue martes,
ayer, miércoles, hoy un jueves
de diciembre.
El solsticio ya se cuela
con sus días tan pequeños
como rancios,
y la noche se desvela,
duermevela de los sueños
con cansancio.
Pasarán, como ya pasan,
las semanas tras los días
y las horas,
mientras asaltan mi casa,
con nocturnidad y alevosía,
las auroras.
Con rebajas, vendrá enero,
vendrá febrero, tan corto
y tan largo,
marzo traerá el postrero
ocaso que hará el orto
más amargo.
Y se resfriará la gente,
los Reyes harán esquí,
se acabarán mis cerillas,
lloverá y, probablemente,
volveré a pasar sin ti
otro invierno en zapatillas.
Finales de otoño de 2009, al otro lado de internet.
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