martes, 22 de diciembre de 2009

POEMA A UNA DESCONOCIDA

Con la inspiración sosa y la lengua amarga,
un poema a medida va y me encarga
hoy el azar;
en una de tantas noches perdidas,
ayer, con una desconocida
me puse a hablar.

Contando me contó que era contable,
que cuando el destino es un miserable
nada cuadra,
que su haber era un alma con astillas,
una burbuja, un "no" y una perrilla
que le ladra.

Barcelonesa, pero madrileña,
me confesó que cuando viaja sueña
sueños de dama:
Italia, Austria, New York, Egipto, Cuba,
sin encontrar a nadie que le suba
más que a la cama.

Yo le escuché y le conté que las cosas
en mi mundo, más que a color de rosa
tiraban a gris,
que en el ajedrez de las damas era
un perdedor que no gana siquiera
ni en el parchís.

Y luego me fui por donde venía,
aunque prometí que te escribiría
este poema,
y aquí estoy, recordando en plena tarde
otra más de esas noches que no arden,
pero sí queman.

Noches vacías, noches que despierto
durmiendo con la luz de un chat abierto
en internet,
dos extraños en busca de afecto,
encuentros sin pretérito imperfecto
y sin carnet.

Ya termino y creo que ni comienzo
a pintar con letras el torpe lienzo
de tu retrato;
quién pudiera ser tu cita a ciegas
y jugar contigo a jugar que juegas
al amor un rato.

F.J.U.G.

Lunes, 21 de diciembre de 2009, en el Messenger y al otro lado de internet.

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