lunes, 17 de agosto de 2015

El típico soneto tonto cuando no se sabe (de qué) escribir

No sé de qué escribir, por eso escribo
que escribo que no sé de qué escribir.
Si de escribir tuviera que vivir,
no estaría esto escrito ni yo vivo.

Pero vivo y escribo y me prohíbo
(por más que no me guste prohibir)
no escribir cuanto pueda concebir,
y todo escribo como lo concibo.

Así que sigo, escribe que te escribe,
aunque haya a quien no guste lo que escriba,
pues no habrá paladar que me prohíba.

Y seguiré escribiendo, mientras viva,
sobre este mundo y cómo lo concibe
el alma que en mi cuerpo escribe y vive.

1 comentario:

Eratalia dijo...

Escribe, escribe... Que yo te leo.